De repente anocheció. Quien sabe como le hizo el sol para esconderse. Y es que de repente yo aparecí en una mesa con una taza de café negro y voluble, que diga soluble, y un bote semi-vacío de crema de cacahuate la cual unte a un pan integral. Luego prendí la vista, y no pude soportar la sombra que se perfilaba abstracta y es que esa palabra me gusta porque se parece a su significado; así como yo me parezco a mí mismo, y a mi mimo envuelto en un parpadeo. La cuestión es no entenderse un rato pa`luego sonreír la frívola trivialidad que me estaba haciendo daño. De repente me empezó a dar sueño y empecé a planear lo que soñaría, nadie se quedo mirando mi plan y eso me lo facilito tanto que no pude.
De repente anocheció. Lo repito pa´que suene más bonito. Quien sabe como le hizo la luna pa´brillar tan blanca y con ese griseado que algunos le ven forma de conejo. Aunque en realidad no me fije si la luna hoy estaba redonda o en forma de rebanada de sandia. Me fui sometiendo al día posterior, con su atardecer venidero. Mayormente los días concluyen cuando el sol se da a la fuga. Fuga venidera como diría yo en otra ocasión. O como cuando se roban el cobre y los plomeros lo cambian por pvc. Se esta plastificando mucho por cierto la ciudadanía y yo necesito un nuevo corte de cabello. Pero el punto importante no es ese. Por hoy libérate del punto importante. Lo maravillo esta en tu respiración.
Creo que hoy no estoy hablando muy coherente que digamos. Acostumbro irme a dormir cuando puedo sentir la necesidad de hacerlo. Aunque a veces hay que romper las costumbres. La voluntad es solo una fuerza, hay que ejercerla para que funcione; bueno, de repente me pongo a decir cosas serias, con gran sentido, tanto que no lo siento.
Es que de repente amaneció hace un buen rato, y así como si nada estuvo el día de hoy que ayer no existía, bueno, ayer si existe, ah, y luego, de repente atardeció, creo que esta vez no me di cuenta, así que no puedo saber si fue tan repentinamente, pero así como una lluvia fugaz, de repente anocheció. Y cuando no me di cuenta, me quede dormido.
De repente anocheció. Lo repito pa´que suene más bonito. Quien sabe como le hizo la luna pa´brillar tan blanca y con ese griseado que algunos le ven forma de conejo. Aunque en realidad no me fije si la luna hoy estaba redonda o en forma de rebanada de sandia. Me fui sometiendo al día posterior, con su atardecer venidero. Mayormente los días concluyen cuando el sol se da a la fuga. Fuga venidera como diría yo en otra ocasión. O como cuando se roban el cobre y los plomeros lo cambian por pvc. Se esta plastificando mucho por cierto la ciudadanía y yo necesito un nuevo corte de cabello. Pero el punto importante no es ese. Por hoy libérate del punto importante. Lo maravillo esta en tu respiración.
Creo que hoy no estoy hablando muy coherente que digamos. Acostumbro irme a dormir cuando puedo sentir la necesidad de hacerlo. Aunque a veces hay que romper las costumbres. La voluntad es solo una fuerza, hay que ejercerla para que funcione; bueno, de repente me pongo a decir cosas serias, con gran sentido, tanto que no lo siento.
Es que de repente amaneció hace un buen rato, y así como si nada estuvo el día de hoy que ayer no existía, bueno, ayer si existe, ah, y luego, de repente atardeció, creo que esta vez no me di cuenta, así que no puedo saber si fue tan repentinamente, pero así como una lluvia fugaz, de repente anocheció. Y cuando no me di cuenta, me quede dormido.
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