Carta indescifrable (de "experimentales")

La carta no pensaba ser carta, pero en el estado de la soledad recurrí al estado de Oaxaca imaginariamente para hallar a Cirerol, comunicación que cambie repentinamente y desordenadamente con “G” (anonimus) y N. Martín. De los cuales no recibí respuesta.

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Me siento un poco extraño si, un poco más de lo anormal que soy. Habrá uno que otro que ya se este dando cuenta de lo que me esta pasando. Ahora que quiero dármela de serio, coherente y maduro… mírame, mi alma se distorsiona y refleja múltiples formas. Unas cuantas semanas y tantos cambios en mi parecer, hacen que de vez en cuando tenga que desaparecer, y aunque no lo hago, sí me tranquilizo, pero es un resorte la dolencia que cuando ya no aguanto detenerla, brinca y se desparrama.
Constantemente encuentro nuevas ideas, pero últimamente hay unas muy tercas que se empeñan en no irse. De los consejos que yo les he dado a algunos amigos, necesito que me los devuelvan. Quizá no entiendas hasta ahora de qué te quiero hablar, es que ya la empecé a querer sin querer, y estoy ansioso por no amarla.
No me conviene llorar, tú sabes, además no es mi estilo… si solo porque se suma a mi crisis, no será la gota que derrame el vaso, cuyo contenido han de ser lagrimas, que bueno que es un ejemplo y no llega hasta tal extremo mi caso. Lo que no puedo evitar es sentirme atolondrado en alguna parte céntrica de mis reservadas emociones, las que no saco por respeto y por educación… es que creo que ella ya tiene a su amor. Y me pregunto si me arriesgo, y me pregunto si es que acaso tengo algo que perder, total el planeta es grande y yo soy libre, literalmente pudiera de aquí, desaparecer.
Por mientras escucho canciones por doquier, y trato de suplir su recuerdo por otros, esta frase que acabo de decir me causo cierto terror instantáneo, lo bueno que he aprendido a salir de hoyos muy grandes y tanto he aprendido a olvidar que no me acuerdo si esta es la primera vez, que me sucede. Así que he preferido mantenerme discreto, aunque no siempre lo he logrado. Hace poco le dije que es una buena teoría una relación más amigable, no sé si fue una clave o un clavel, o un clavo, y no he podido saber su opinión, tal vez no sea necesario, he oído que sigue hablando con él, y creo que él es mucho más varonil, espero salirme pronto de esta sensación, un paso atrás, un paso adentro, o un salto, te hago saber esta incertidumbre, porque sé que tampoco te entiendes.
Bueno, pero por lo menos, así mis otros problemas se opacan con este, y puedo postergar con un buen pretexto mis otras quejas del alma. Sólo que no me dejen solo con el fin de que vaya yo a reflexionar, tú sabes que soy de esas personas fugitivas de la tristeza, que se esconden de ella en el primer lugar que encuentren, y que es más fácil que se vuelvan locos a que se derramen de depresión. Así que ya sabes, tratare de disimularlo, tratare de no sentir nada lindo por su linda manera de ser, varias veces me han dicho, quiero hacerme creer que es cierto, que para mí no habrá tanta complicación en encontrar lo ideal y mantenerlo seguro. Yo no estoy tan seguro de eso, si me conocieran en todos mi sentidos y en todos mis estados, si me conocieran en todas las circunstancias, en todos los tiempos en todos los recuerdos, en todas las esperas, en todas las aclaraciones, tal vez nadie opinaría que no tengo de qué preocuparme, ya ni sé que te estoy diciendo a ti, hablo con el pensamiento en la boca y no sé si sea del todo correcto (lo que pienso).
A veces me quedo callado un largo rato, antes de dormir o antes de existir, y luego sueño un largo rato disimiles porvenires… ¿a quién le pido un consejo en este caso?, volviendo al mismo tema; es lo que esta sucediendo, esta semana, y la antepasada y creo que la que viene, ojala se fuera antes de que siga viéndola en su patio mientras finjo pasar por ahí. No has crecido mucho por lo visto, te imagino diciéndome eso. No podré negar que mi peculiaridad no siempre me salva de lo ordinario, uno siempre se dice que no cometerá el mismo error, tengo la aptitud del olvido, por eso creo que he vuelto a caer, aunque en realidad no me acuerdo, ella es tan especial, que creo que esta es la primera vez quizá que me pasa; no puedo inventar un sistema eficiente de evasiones, no puedo omitir su rostro cuando menciona algún nombre acompañado de más de un par de risas. A veces quisiera salir a la calle de su dirección, caminarla de prisa, llamarla desde afuera, verla salir, y decirle… decirle algo, tú sabes qué. No tengas miedo, ya te imagino burlándote de mí, tú que sabes lo atrabancado que a veces soy. Parece que no estoy dispuesto a sufrir tanto, menos por no ser correspondido, conoces bien mi concepto sobre esto, no quiero recurrir a lo que critico… y me pregunto, será que me sigo equivocando. Es que creo que la quiero y estoy ansioso por no amarla, ella es tan especial, ya te lo dije, tanto que hasta te escribo una carta. Ojala supiera escapar de ella también.
Sería el colmo si ahora que voy a entregarte esta carta, esas nubes grises cayeran sobre mí, estoy un poco resfriado, y estoy casi seguro que no te encontrare. Tal vez sea un buen pretexto, esconderme del agua en su casa, pero creo que a esta hora esta trabajando y tal vez recordándolo a él. A lo mejor prefiera irme a otro lado, pasar en bicicleta por una calle boca abajo, donde recientemente un llanto se prolonga, por una segunda traición, una relación terminada, una amiga sensible, y pasar y ver la puerta de una amistad que me enseña a no arriesgarme ahora que me faltan ciertas fuerzas, indispensables para sobrevivir a un riesgo de decir y demostrar la ternura que yace en mis bromas y juegos y que se vuelca al llegar ahí, a una utopía de amortalidad.
Y aunque estoy tranquilo, ten seguro que iría a buscarte, acuérdate cuando lloraste como niña, y no fui capaz de detenerte, porque sabia que tenias que sacar ese dolor innecesario. Y tal vez ahora yo tampoco tenga necesidad de sentir ninguna desdicha. Siento que todo eso que te conté está en frente de mí… yo nunca he mirado unos ojos simplemente por ser claros, esa obsesión que nació en aquellos días en que me formaba, de configurar a mi antojo la manera de mirar, ahora me parece algo más inteligente, pero no dejo de toparme con aquel tipo de gente, que te comente. Siempre persiguiendo oscuridad en las pupilas, también cometí terribles errores. No te hagas el digno (que me dijeras eso), que tú sí que tienes historias indecibles, tristes y espantosas.
Hoy descubrí que su mundo está mucho más lejos que el mío, no tenia nada que ver su risa con su alma, si hubiera usado un poquito de prejuicio, en este caso, hubiera sido útil. Campeón no te me pongas melancólico solo porque un primo y una amiga se van a casar (que me dijeras eso). Tibio como los rieles de mi fatalidad me siento como un cobarde calmándome a cada día sin necesidad de arriesgar ninguna partícula de mi ser sólo para descubrir ciertas sospechas.
Me estoy equivocando acaso. Ayer me dije: ¿y si me permito enamorarme?, pero inevitablemente apareció el miedo y me lo prohibió, o quizá diría, la prevención. A Picuyo, madurar le parecía terriblemente aburrido, y estos temores son tediosos, es posible que yo este madurando aunque más bien me estoy mareando. Podría decirle que la quiero aunque también pudiera decirle que soy menos ingenuo que ella. Venga un rato de honor, solo un rato de honor.
Pero cuando la veo, la oigo hablar y me retiro aun sonriendo su gracia, pienso que debería dejar de pensarla. Él puede que sea lo que ella merece. Rodeos, rodeos, roedores, las cucarachas también vuelan, y a mí me dan vergüenza algunos destinos de parada.