Tregua rota

No puede ser de noche, no lo entiendo. Rompi la tregua que me propuse hacer, es que no puedo sobrevivir sin poesia. Perdi una mala compañia, y que bueno, dos abismaticos en contraste nunca se podría relacionar. Doña Lú y Lindsay llegaron pero mi mejor amigo se quedo, haya en el olvido donde tengo un puño de sentimientos que se transforman. Hoy, luego de una semana sin hablar, no entiendo porque lo hago, cómo si pudiera comunicarme con alguien de esta forma. Pasaron estos días, larguisimos, llenos de todo y de nada, confundidos, enloquecidos, pero coherentes y hasta un poco sabios los ultimos tres. Dije cosas que debí haber dicho antes, pero las dije, pero las dije a quien no debía. Me quede corto con mis teorias, lo inesperado siempre fue lo que mejor me parecio. Cada dolor tragado, atorado en la garganta, como vendavales calientes los suspiros salieron a la intemperie como simples ventarrones ignorados. Noé Martín ya no aparece ¿que está pasando ahora? yo sólo quería cambiar lo malo del ayer, pero se está yendo hasta lo bueno, ya sabrás de quienes te hablo. Debo dinero, rencores que me guardaron, y antiguas reputaciones en un expediente pronto archivo muerto. Debo un regreso, y debo cambiar. Los defectos no son tan graves como no quererlos controlar, y decir la verdad no siempre es necesario si esta no resulta de ningun modo no resulta y al contrario podría perjudicar.

AHMEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEED... te quedaste pensando.