sábado

Colgado

Tú, la que yo creía sabía del amor. Tú, la que yo creía controlaba su dolor... me has atravesado un reproche sin sentido y eso que solo me considerabas tu amigo. Sé que a veces meto la pata y me hago pato... te he de cumplir el capricho de desaparecerme de tu vista un buen rato, y eso que yo te he considerado importante. Pero ya ves, yo no te lo reclamo el reclamo es de los dos errores multiplicados. Yo no tengo la culpa de ser culpable, y tú no eres inocente de ser inocente... Pero ya ves, yo no te lo reclamo el reclamo es de los dos errores multiplicados. Quizá espero verte después.

No hay comentarios.: