martes

Impotencia realista

En ocasiones el humor se distorsiona ni el hambre ni el sarcasmo reaccionan; las propagandas y la gente perjudicial son el acabose; también los que parecen sabios pero solo son egoístas. Tengo piedad de mí y eso me avergüenza; he cometido errores más veces de las que me he lavado los dientes, y eso no me haría sentir tan mal por no ser culpable de mi imperfección, lo terrible, dijera mi voz en hastió escéptico, es la múltiple personalidad de mi corazón: su habla incoherente, sus nombres con rostros fusionados, sus miedos inadmisibles, y encima de todo su innegable cordura. Pretextos como ser poeta, ser raro o estar loco no sirven, pretextos como ser peculiar ser tímido o cambiante, no aciertan. Uno se debilita de repente y queda en evidencia ante su propia inmadurez. No quiero decir más.

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