miércoles

Doblando

Pensar que los días transcurren sin avisar. Y ahí estás lejos de tu antigüedad; quien sabría lo que escondiste. Busco casi obsesivamente la forma de estar siempre cerca de una sonrisa. Me gustan las lloviznas, pero cuando vienen de ojos tiernos solo me deforma la tristeza. Me gusta que los niños crezcan pero no entiendo en que entorno. Luego, luego, me disipo. Digo por pensar. O sea que el sentimiento es como un hermoso aroma que no puedo atrapar. Esta ahí esparciéndose. Estoy sí aquí amándolo. Grande laberinto de peligros alma. Grande rincón versátil. Estoy dentro de mi. Agradezco tanto esto.
Pero eso la soledad no lo entiende. Y no viene de muy lejos, solo espera su turno. La mirada la fijo en la pared y cuelgo un pensamiento en un clavo. Camino utilizando solo pasos discretos. Porque nadia sabría lo que pienso, uno puede quedarse muy callado para no mortificar. Uno aprende a despertar a cada rato; y a irse, y a huirse.
Que bien haberme visto antes de la desaparición. No sé a qué me refiero. Solo sabe que he aprendido a estar aquí, y que aun no aprendo a quedarme. Luego, luego, me disipo.
Agradezco tanto cuando alguien me menciona, cuando alguien me sonrie. Voy como una marea minuscula a cruzar un callejon.

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